Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra
- 2 Timoteo 3:15-17.
“Toda Escritura”, se refiere concretamente al Antiguo Testamento, y también a aquellas porciones del Nuevo que entonces no existían y estaban en proceso de comunicación a los hombres escogidos por Dios. Pedro habla de las Epístolas [Cartas] de Pablo cómo “Escrituras” (2 Ped 3:16) en el día de hoy está justificado ampliar este verso a toda la Biblia. Histórico culturalmente hablando, la inspiración de la profecía, la poesía y la música estaba ampliamente difundida en el mediterráneo antiguo. La creencia era naturalmente ampliada a libros proféticos. El énfasis que se hace en cuanto a la inspiración de las Escrituras se equipa con las designaciones veterotestamentarias para la ley y las profecías divinas como “Palabra de Dios”. El judaísmo casi de manera universal acepta el Antiguo Testamento como “Palabra de Dios.” Al ofrecer su lista de ejemplos sobre “Toda buena obra (v.17)”. Pablo emplea términos comunes de la educación antigua (v.16); “Capacitado”. Estos términos caracterizaban especialmente a la educación griega (LXX “Septuaginta” usa el término “disciplina”). La reprensión era especialmente importante en el judaísmo, donde primero debía hacerse privado y con gentileza. La autoridad, la fuente y el contenido apropiado para cualquier de estas obras era y es las Escrituras.
Este es uno de
los versos más importantes de la biblia, ya que se expresa a sí misma como “sagrada”[1] y nos enseña que las “Escrituras son inspiradas por Dios”, la
palabra “inspirada” del gr. “theopneustos”
quiere decir “Soplada por Dios”,
refiriéndose a la vida que en ella hay por parte de su origen y el efecto de su
comunicación al hombre. De forma milagrosa Dios comunicó su “Palabra” a los
hombres y los condujo a escribirla para ser preservada
de manera permanente. Lo que ellos escribieron era la misma “palabra de
Dios”, inspirada y sin error alguno,
no un concepto personal sobre ella. Las palabras fueron dadas por el “Espíritu”. Sí se lee (1 Cor 2:13), este
verso comunica que los escritores emplearon las palabras que les enseñó el
Espíritu. Los escritores de la Biblia no dieron su propia interpretación
privada de las cosas, sino que escribieron el mensaje que les fue dado por Dios
tal cual les fue comunicado a ellos en una línea perfectamente contextual al
Antiguo Testamento (2 Ped 1:19-21).
Dios dirigió la actividad de estos hombres, utilizando
sus personalidades individuales, para componer y registrar sin error alguno (Manuscritos originales, aunque las copias
son fieles) la Palabra de Dios a los hombres. Cristo atestiguó que la
inspiración se extiende a las Palabras mismas (Mt 5:18, Jn 10:35). Pablo cita
en (1 Tim 5:18) a (Deut y Lc) en un mismo verso como Escritura. La inspiración no implica un dictado mecánico, sino un
registro exacto de las palabras de Dios la cual se extiende solo a los mensajes
originales. Aquí se
puede observar claramente cuál es el propósito divino de la Escritura[2]:
- Útil: Cada una
de sus palabras es útil, es el único alimento espiritual Escrito que sale de
Dios. La palabra “útil” del gr. “ofélimos” significa “provechoso”. Denota: “marcar el horizonte” “poner límites
necesarios”.
- Para
enseñar: Doctrina.
Expone la mente de Dios tocante a temas concernientes a Él. Nos muestra y
enseña la perfecta voluntad de Dios, que agrada y que no agra a Dios, “enseñar” del gr. “didarkalia” significa “Instrucción”.
Mostrar la materia de crecimiento. La Escritura nos Informa.
- Para redargüir [reprender]: Al leer la Biblia, esta nos habla de manera
directa acerca de aquellas cosas en nuestras vidas que desagradan a Dios.
También es provechosa para refutar los errores y responder al tentador [Satanás]
- (Mt 4:1-11) Jesús la usó en todo momento diciendo: Escrito está.
La palabra “redargüir” del gr. “elenjos”
es “convencer amonestando”. En
este caso la Biblia reprende el pecado.
- Para corregir: No solo señala lo que es erróneo, sino que expone la forma en que se
puede enderezar. Por ejemplo, (Ef 4:28) El que hurtaba, no hurte
más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga
qué compartir con el que padece necesidad. La primera parte del
verso se puede considerar como reprensión (expone), mientras la segunda
parte es corrección (corrige). La
palabra griega para corregir es “epanordosis”
y significa “enderezar de nuevo a su
estado natural, reformar, distribuir ordenadamente” la biblia corrige
el error.
- Para instruir en Justicia: La gracia de Dios enseña al creyente a vivir una vida piadosa, pero
las Escrituras le enseñan de manera detallada las cosas que constituyen esa
clase de vida. La
palabra instruir del gr. “paideía”
significa “tutoría, educación,
entrenamiento disciplinario” y “justicia”
del gr. “diakosúne” significa “comportamiento recto ante Dios y los
hombres”. La biblia educa al creyente como hacer lo correcto, de
manera correcta.
La finalidad de la Escritura se expresa
en ella misma. “A fin” El propósito y
el uso adecuado de la Escritura es que el “Hombre
de Dios” lo cual alude a un “representante
administrativo de los asuntos celestiales” esté preparado para hacer lo
correcto.
Por medio de la Palabra de Dios el creyente puede
ser:
- Perfecto: la perfección que habla aquí es Cristo en el creyente, la madurez
del Señor (Gál 5:22-23), ya que Él es el único ser perfecto en sí mismo, y
es el mismo Espíritu el cual hace real la vida de Cristo en el creyente,
la perfección y plenitud de Dios (Col 2:9-10). Solo por medio del fruto del
Espíritu lo cual quiere decir: el
producto o resultado de la vida y naturaleza Divina en el creyente, es
lo que glorifica a Dios (Jn 15:8), ese fruto solo se alcanza por la
Palabra misma y es la misma Palabra de Dios la cual da ese crecimiento (1
Cor 3:6-7). “Perfecto” del gr. “ártios” es “completo”
(un acto total en tiempo presente) “Que
no le falte nada para completar su cometido.” La Escritura perfecciona
al creyente en la persona de Cristo para que pueda cumplir toda demanda
divina.
- Enteramente preparado: es la biblia todo lo que se necesita para la preparación
espiritual, el creyente que verdaderamente rinde reverencia, gloria y
honor, su preparación debe ser bíblica, y de la misma manera todo lo que
conlleva a su manera de hablar debe ser siempre por la misma Palabra de
Dios ya que es la única que prepara, da crecimiento y edifica al creyente.
“Enteramente preparado” del gr. “exartízo” significa “Equipado
completamente”. Denota: “Ser
maestro en capacidades plenas.”
El sujeto recibe la acción del verbo, su acción fue completada en
el pasado con resultados continuos. La Palabra de Dios trae esa preparación en el creyente constantemente
para que pueda ejercer: toda buena obra.