El deber del marido
"Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo - 1 Ped 3:7 (RVR)".
La Escritura habla a los maridos y les muestra cuales son sus deberes los cuales les toca cumplir. Diciendoles que deben vivir de manera conciderada con sus mujeres, mostrando amor, cortesía y sobre todo comprensión. El marido debe mostrar a su mujer una tierna consideración como lo más fragil. El hecho de que la mujer sea más fragil que el hombre no le da a la mujer menos importancia o un grado inferior que el hombre. La biblia no habla tal cosa. La actitud del hombre con su mujer debe ser reconociendo que ella es coheredera de la gracia divina, esto da a entender que habla de un matrimonio en el cual ambos son creyentes, y aunque mas fragil que el hombre en algunas cosas la mujer goza de la misma posición ante Dios y comparte igualmente el don de la vida eterna. Cuando hay discordia, las oraciones son estorbadas por ello, un hombre una vez dijo: "el hombre que trata mal a su mujer, los suspiros de dolor de su esposa herida se interponen entre las oraciones del marido y el oido de Dios".
Es muy dificil para una pareja orar juntos cuando hay algo perturbando su comunión. Para que haya paz y bienestar divino en el hogar hay unos pasos Bíblicos a seguir:
1- Ser honestos con sus esposas (Leales/ Transparentes).
2- Ser comunicativos, y reconocer las faltas que se han cometido contra ellas (Humildad).
3- Pasar por alto las faltas menores o de poca importancia. (El amor cubre multitud de pecados).
4- Establecer la Unidad del Espíritu (Sujecion al Espíritu de Dios - Gal 5:22-23) Eso evita lo demas (Gal 5:19-21).
5- El marido debe recordar que el amor es un mandato divino, no una emoción incontrolable (1 Cor 13:3-8).
Hoy en dia, se ven en muchas congregaciones la falta de esta aplicación Bíblica, si escudriñamos con calma o le pedimos discernimiento Escritural a Dios, notaremos que hay muchos ministros, maestros, predicadores, y servidores en las congregaciones los cuales maltratan a sus esposas verbalmente, física y hasta psicologicamente. La pregunta aquí es: ¿es correcto que un supuesto misnitro de Dios trate así a su esposa?, la pregunta es absurda como tan clara la respuesta, bíblicamente, No esta bien, Pablo escribe a la Iglesia de Efeso con una alegoria muy clara (Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella - Efe 5:25). Luego dice: (Los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia - Efe 5:28-29).
Notese que dice: "amar a su mujer como Cristo ama la Iglesia", y "amar a su mujer asi como se ama a si mismo", con el fin y propósito de demostrar el amor de Dios a su esposa así como Cristo lo hace con Su Iglesia.
Un creyente que maltrata, no necesariamente fisicamente, sino verbalmente a su mujer e hijos, con arranques de ira e insultos es un hombre abusivo, y el tal no está conforme al caracter de Cristo. ¿Como tal creyente puede hablar del amor de Dios si en su hogar no lo manifiesta?, el tal no está en la verdad, sino en la mentira, porque vive en un auto-egaño (Gál 6:7). Hombres, y hablo a Minstros, Predicadores, Maestros, Pastores, Evangelistas, Servidores Eclesiasticos, Como quieran llamarse, Dios saca todo a la luz (Ecl 12:13-14, Lc 8:17, Heb 4:13), el mejor consejo Bíblicamente que se les puede dar es, sientese un tiempo, deje que Dios los restaure, humillese ante Dios, reconozca su pecado, sujetese al Espíritu, y Él formará Su Palabra en usted. Y entonces, así podra predicar la sana doctrina con ejemplo no con palabras. En (1 Tim 3:1-7) Pablo Escribe claramente como debe ser el liderazgo eclesiastico, muchos lo toman congregacionalmente, pero se les olvida lo familiar, ya que el enfoque es el hogar y luego congregación. El amor comienza en la casa. Ame a su esposa y luego predique con ejemplo.
"Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis - Jn 13:15 (RVR)".
- Dr. Félix Muñoz
